El libro "Pesadilla" es un conjunto de historias de terror que de pequeño me daban una sensación de incomodidad importante. No era terror del que te horroriza, era terror que originaba pesadillas.
La historia de un pintor al que un ser extraño le perfora un ojo y entonces pasa a pintar con dos colores mientras su obra se pervierte cada vez más.
Una granja donde al ir a cosechar un montón de diminutos seres destrozan a campos y personas.
Cuevas por explorar, llenas de cristales oscuros y la constante sensación de asfixia.
La sensación que causan estas historias son mucho más sutiles que Poe con "El Pozo y el Péndulo". De pequeño me divertían hasta que me quedaba dormido con el libro y mi fiel lámpara con forma de tucán bajo la manta. Entonces el libro honraba su nombre, era cuando lo vivía realmente. Pesadillas intensas y constantes, de las que originan sudor frío.
Por aquel entonces debía tener 9 años, y con el tiempo, al acabar los relatos, olvidé ese tipo de pesadillas. Las de verdad.
A los 16 las recuperé. Es una época de cambios, blablabla... Tenía de nuevo pesadillas de las intensas. De las que no te permiten dormir una noche entera. Las tuve con una frecuencia regular hasta los 19.
Ahora, con 21 años, no estoy en el mejor momento de mi vida. Las pesadillas ya no son solo cosa de la noche. Cuando mi mente está en silencio una sensación se apodera lentamente de mi psique. Esa incomodidad.
Si cierro los ojos las vivo. Si no escucho música o me concentro en algo, las oigo. Poco a poco dudo más sobre si algo ha pasado o ha sido un sueño. Si alguien ha dicho algo o era una pesadilla.
Mis pesadillas cogen un poco de cada árbol de mi bosque de los miedos. Un futuro incierto, la sensación de no ser lo bastante, la frustración de ver que eres imbécil. A veces se inspiran en "Alicia en el país de las maravillas" y exploro ese bosque por mi mismo. Otras como "Yume Nikki" donde solo debo escojer que pesadilla vivir, abrirle la puerta.
La gente cree que cuando creces no te inspiran miedo las mismas cosas, pero la verdad es que si no luchas contra esos miedos, simplemente se acumulan con los miedos nuevos. Las pesadillas desgastan, me temo. Llega un punto en que no puedes más, en que querrías desaparecer.
No puedo más... Si me disculpais, cerraré los ojos. Las pesadillas me llaman.
"This is the way the world ends,
not with a bang but a whimper"
T.S. Elliot, (The hollow men)
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